< SCC - Espeleo Club Cantabro Universitario - Cronicas Espeleológicas: mayo 2004

SCC - Espeleo Club Cantabro Universitario - Cronicas Espeleológicas

www.espeleoclubcantabro.tk :: Exploraciones Cueva El Soplao (http://www.cuevaelsoplao.info) :: Barranquismo.tk :: Barranquismo.com :: Espeleo Club Cantabro Universitario. LLevamos mas de 25 años de exploraciones en Cantabria junto a otros grupos de la región. Cualquier grupo que desee venir a Cantabria o Asturias a hacer espeleologia y barranquismo, puede contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudaros y de conoceros. Un saludo a todos los colegas.

lunes, mayo 31, 2004

¿Deséas contribuir con tus POST en este weblog??

Pues solicitármelo por email este weblog es para todos los miembros (y "miembras) del club así como a los colegas y amigos .. ¿Para quíen si no? :-D De todas las invitaciones que envié solo Elena se atrevió a aceptar ese extraño mensaje que la mayoría borrasteis... :-) Lo cierto es que con la cantidad de virus y spam que saturan la red.. no me extraña que todos desconfiemos de mensajes de fuentes externas y sobre todo si están en otro idioma :-/

Cueva-barranco de la Lece (La Rioja)

Este fin de semana planeamos de manera impetuosa, pero prudente y decidida, como son todas nuestras salidas :-D una visita a la cueva-cañon de "La Lece". Nuestra anterior visita fue fria, llena de agua (obviamente) pero con una gran sensación de aventura. La aproximación es aérea y se divisa toda la autopista y el valle por el que transcurre. La montaña en forma parte de una sierra y la formación es similar a un toroide calizo. Conformado por una depresión karstica en la que se sume todos los acuiferos, como un embudo de los antiguos :-). EL torrente desaparece en el esofago de la montaña.. y por ahí hay que meterse... ves la luz un par de horas mas tarde. POdéis ver la descripción del descenso con mas fotos en la pag. de barrancos.tk Se nos pasó por agua el día. Pero no hay mal que por bien no venga, se ha aplazado para la semana próxima la actividad de La Lece en La Rioja, (puedes ver el mapa de localizacion) y por las siempre inapelables razones del destino el próximo fin de semana podrán acompañarnos Noe y Pablo que tantas ganas tenían de conocerlo :-D La Lece es una Cueva-Cañon excepcional tanto en la aproximación como en el descenso. La salida, nadando, mirando hacia en cielo azul es impresionante. Dejarse llevar en ese momento es lo mas parecido a un "orgasmo barranquista" :-D Nada más pasar Ilarduia, con su original iglesia del S. XVI, una desviación nos lleva al pie del Cortado de Eguino, donde se encuentra la Cueva de La Lece, enorme boca excavada por el río alimentado por los acuíferos del Aratz. En verano, cuando el río lleva poca agua, se puede penetrar fácilmente hasta los primeros rápidos. Para los aficionados al barranquismo, se organizan descensos desde los sumideros de deshielo monte arriba hasta salir por la boca. En las inmediaciones de la cueva existe un área de esparcimiento bajo los robles centenarios










Aquí está el mapa de la zona.


miércoles, mayo 26, 2004

Nuevo dominio!!! http://www.espeleoclubcantabro.tk

Apuntatelo en tus favoritos!!! si quieres un dominio .tk para tu empresa, actividad, club, escuela, grupo de amigos, etc.. contacta conmigo. Soy un embajador .TK y te puedo ayudar a tenerlo gratuitamente. espeleoclubcantabro.tk

domingo, mayo 23, 2004

Fotos del Barranco del CICERA

Sencillamente y en 2 palabras :-D "IMPRE" "SIONANTES", nuestro JMMPEREDA se ha lucido, y ha conseguido unas fotos de impacto :-D amén.. de artísticas. Su trabajo le cuesta :-D, por fin le tenemos de nuevo entre nosotros tras 2 años de estar en dique seco :-D .. creo que su rodilla lo echaba de menos... FOTOS DEL BARRANCO DEL CICERA

Salida al Barranco del Cicera (Desfiladero Hermida - Cantabria)

Para aliviar al visitado y manido barranco del Navedo, se ha abierto recientemente un barranco paralelo que parte del pueblo del Cicera. Podéis ver fotos de la excursión paralela al rio que transcurre desde el pueblo al desfiladero. Un paseo maravilloso que desciende por la orilla izquierda y que hicimos este invierno para evaluar el caudal y obtener un plano para el GPS. Mañana 22/05/04 iremos a bajarlo por primera vez, ya os comentaremos. DESCRIPCION DEL DESCENSO POR EL CAÑON ====================================== de la pag. http://barranquismo.sitio.net Datos prácticos País: ESPAÑA Provincia o Departamento: Cantabria Acceso desde: Cicera Altura de rápel mas largo: 21 m Información del caudal: Caudal constante y abundante. Combinación de vehículos: No necesaria, aunque posible si no deseamos caminar 1h disfrutando de las magnificas vistas. Si optamos por realizarlo con dos vehículos, seguiremos con el otro vehículo hacia la Hermida para tomar a la derecha la C-6314 y dirigirnos hasta Piñeres, que tras pasarlo, encontramos al a derecha el cruce que nos deja en Cicera cerca del cauce. Material necesario: 2 x 25 m Neopreno: Completo Material de instalación: Aconsejable llevar material de instalación de repuesto Epoca: Todo el año. Observaciones: Aunque el agua se encuentra limpia, en el tramo superior del descenso, encontraremos varios puntos con algo de chatarra. Puntos de rápel desde árboles. Aproximación: Carretera N-621 que transcurre por el desfiladero de la Hermida, dirección La Hermida - Potes. Teniendo el río Deba a la derecha y tras pasar el punto km. 160. 300 más adelante, en una curva cerrada de izquierda, encontramos a la derecha, una pequeña edificación abierta con sitio para aparcar. Desde el parking, seguimos 30 m a la derecha hasta el cauce (margen derecho del Deba), para adentrarnos por un sendero bien marcado por el margen izquierdo y ascender paralelos a el. El camino comienza a tomar altura para llevarnos tras unos giros hasta la parte superior y encontrarnos con el camino de salida del cañón, que sin tomarlo, seguimos ascendiendo hasta llegar a un primer cauce, el cual lo pasaremos y nos dirigiremos a la izquierda paralelos al cañón, para llegar al comienzo cerca de una casa. Si lo realizamos con dos vehículos, desde Cicera, seguimos hacia la derecha cerca del cauce para llegar a una casa en su orilla izquierda que marca el comienzo. Retorno: Después de un gran caos de bloques y unos pequeños resaltes, el cauce gira a la izquierda donde encontramos un tronco cruzado en el cauce, utilizado como puente. En este punto, sale a la izquierda un camino ascendente bien marcado, que nos lleva hasta enlazar con el camino de subida para seguirlo a la derecha hasta la carretera. También podemos optar por seguir el descenso por el cauce, el cual se trata de caminar por el sin ninguna peculiaridad ni gran relieve, hasta la parte final para encontrarnos con el camino de subida y el tramo final con dos pequeños saltos entre bloques y otros dos resaltes terminando llaneando hasta el final. Horario de aproximación: Con un vehículo 1h. Con dos 10´. Horario de descenso: 2h Horario de retorno: 45´. Si realizamos todo el descenso 5´. Escapes: Varios durante todo el descenso al ser un descenso abierto. Descripción: Cañón abierto de caudal importante rodeado de exuberante vegetación, la cual no molesta en ningún momento y nos hace disfrutar aun más del recorrido. Por un cauce limpio y sin grandes dificultades que nos conduce por un primer tramo de pequeños resaltes, hasta llegar a la parte culminante con 4 cascadas abiertas cubiertas de vegetación y terminar con otra sucesión de resaltes entre caos de bloques rodeados de un hermoso bosque.

sábado, mayo 22, 2004

Sopa de Ganso

Por Antonio GOnzález El sábado pasado el Ganso es lo que estuvimos haciendo cuando Noelia, Pablo y yo nos fuimos al Torcón de la Calleja Rebollo con el BMW de Pablo por el puerto de Fuente las Varas hasta Sel de Souto en Matienzo y nos bajamos del coche y nos cambiamos y nos pusimos a preparar los carbureros y utilizamos una bolsa de plástico, donde echamos el polvo de carburo, con un agujero que fabricó un anagrama en el asfalto. Y luego, cuando anduvimos hasta las cancelas y saltamos los sospechosos pastores eléctricos e invadimos la intimidad de un toro semental y de su vaca acompañante (en este punto no debieramos olvidar la primavera imperando y aromatizando con dulzor de flores de color malva todo el bucólico entorno) mientras el toro nos enviaba miradas sospechosas que nos hacían sospechar de su actuación posterior aunque luego giraron, el toro y la vaca acompañante, con parsimonia y se alejaron placidamente, hoyando el prado con agujeros de un palmo de profundo que nos hicieron pensar en un posible pisotón, y también nos obligaron a recordar a Pablo que el cordón de su bota derecha estaba suelto como en muchas otras ocasiones. Y después, cuando de forma cómica descendimos la herbosa y deslizante pendiente que da acceso al pequeño agujero vertical que da entrada al Torcón y del que se había desinstalado la cuerda y del que se resurge sobre una oquedad que amenaza, si no prestas la atención adecuada y sometes a una ágil actuación, con hacerte caer sobre unas duras piedras dos metros más abajo; y siempre acompañados por las dos sacas que deben bajar independientes pero solicitando nuestra atención como una grácil doncella que te hace mohines cuando está pidiendo en realidad que la adores con un mensaje no verbal. Y luego al comentar que la cueva es encantadora y coqueta, llena de rincones con gracia y bien decorados y con hábiles maneras de divertir al personal con juegos del tipo "sube una cuerdecita", "baja una cuerdecita", "pasa por una gatera" (y es aquí donde uno de los espeleólogos sugiere llamar gusaneras a algunas mal llamadas gateras, como la Chocolate Slice, y que incluso podría haber ratoneras, leoneras, giraferas y conductos para todo un parque zoológico; porque decidme: ¿que razón existe de que solo vaya a haber gateras? ¿en donde queda nuestro sentido democrático y el principio de igualdad de oportunidades? ¿acaso no tiene una lombriz el mismo derecho que un gato a que se utilice su nombre para bautizar una manera de moverse?; debido al método de avance y a su longitud una lombriz tiene muchas más posibilidades que un gato de practicar espeleo; pero no nos despistemos de nuestro principal objetivo que es narrar de forma objetiva el transcurso de una visita al bonito Torcón de la Calleja Rebollo). Y luego, disponiéndonos a deslizarnos con ligereza y donosura por un pasamanos, al que cada uno, en razón de la libertad de expresión que debe regir en un Estado de Derecho como el nuestro, elige pasar de una manera; y mientras uno hace un pasapiés el otro hace un pasaculos y un tercero hace un pasodoble de forma que la creatividad es una constante del grupo que disfruta jocosamente con todas las ocurrencias colectivas y personales, que de todo hay en este día. Y algo después, llegando al pocete por zonas resbalosas y simpáticas ¡ten cuidado por ahí! ¡ten cuidado por allá!, ¡por este lado es más fácil! ¡por allí te caes en la trampa de la Hormiga León!, todo ello salpicado de memeces como ¡me resbalo!, ¡me caigo!, ¡vaya batacazo! y similares, de solaz general para todos los participantes. Y luego, ya de vuelta, ensayando un nuevo método para arrastrar las sacas por la gusanera (cf. ver más arriba) consistente en pasar la saca anclada al arnés por un cordino algo largo, con el objeto de poder mover las extremidades inferiores con mayor facilidad, seguido de cerca por el siguiente espeleólogo/a que liberará la saca en caso de que se quede enganchada en algún estorbo que a su vez lleva otra saca anclada y así sucesivamente… de forma que si hay n espeleólogos deberá haber n-1 sacas, es decir una menos que espeleólogos. Y más tarde al irnos a visitar una zona a la que se accede por una ratonera que, dependiendo de la habilidad de cada uno, nos agasajará con un premio consistente en "charco en las narices y los morros, con viento para amenizar la mojadura" y también al seguir después por un corto ascenso en jirafera que nos llevará a una sala, Bazs Chamber, generosa y goteante (de la que parte una primera ruta de ratoneras-amenazadas-de-derrumbe-general-de-techos que no nos animaremos a seguir y otra ruta que por bonitas gateras escondidas entre formaciones nos llevara a una segunda sala y de seguido por una lagartijera a la que se accederá por el techo nos llevará a una tercera sala y continuando por una gallinera amenazada por roca guillotinante nos llevará a una cuarta sala de la que por una arañonera con un pasamanos equipado se saldrá hacia una zona desconocida, fuera de topografía, que no visitaremos por el hambre). Y después, mientras volvemos al comienzo de la gusanera y comemos la comida que habíamos trasladado en las sacas, comida consistente en pan con el contenido de una lata de pulpo en aceite seguido de pan con chocolate y algún dátil, esto por mi parte, y por parte de Pablo y Noelia consistente en unas latas de ensalada acompañadas con pan y alguna cosa más, si bien es cierto que Noelia y Pablo habrán devorado en tres (¿?) ocasiones chocolate y barritas energéticas acompañando la ceremonia de abundantes expresiones de hambre y desfallecimiento y también de ofertas para compartir dicha ceremonia conmigo, lo que parecerá exorcizar un hambre primigenia que nos retrotraería a la ansiedad primordial, la cual teoría es, en parte, confirmada o hecha plausible por las palabras de Noelia "podría ser" o quizás algunas palabras similares. Y más tarde, mientras nos encaminamos, previa vuelta parcial hacia la salida, a una gran sala (Sala sin Nombre "hanging joints in roof" en la topo), a la que se accede por una humanera con bellas decoraciones y unos pozos ramposos, con puentes de roca y recovecos divertidos y juguetones, y en los cuales nos tropezaremos con una discusión de fondo -suscitada aparentemente por la técnica de Noelia en los fraccionamientos- entre Pablo y Noelia acerca de sus respectivos caracteres, que se prolongará -aún a pesar de las bellas helictitas y banderas y cristales del techo de la sala que todos admiraremos- por espacio de más de quince minutos durante todo el recorrido por la sala y la vuelta a la base de los pozos. Y después, durante el retorno a la salida en donde montaremos una sencilla logística consistente en que uno subirá la grieta de salida con el cabo de la cuerda, y extraerá las sacas formando un tren que otro ayudará en su ascenso; y finalmente, durante el descanso en la boca del Torcón, todos sonrientes y rodeados del perfume de millones de flores malva y de las señales dejadas por un día espléndido, evaluando las razones de habernos enterrado y filosofando en diferentes claves acerca de estas actividades que a lo largo de un día de ocio, como se supone que son los sábados y domingos y algunos otros días, hemos realizado los tres. E incluso despues, en el tranquilo descenso, solo roto por el agresivo entusiasmo de los perros de Sel de Souto, y en la corta estancia en el Bar de Germán, para tomar tónicas y zumos que todos nos pelearemos por pagar (¡!), la nota dominante habrá sido: hacer el Ganso.

El Engorde del Cerdo

Por Antonio González El jueves quince de Abril decidimos ir a la Sima de Benís. Esta sima está en la Sierra de Benís (¡que original bautizo; deberemos felicitar a Salmerón!) a unos diez kilómetros de la desviación de la autovía Albacete-Murcia hacia Jumilla. Es una sierra poco llamativa por su altitud respecto al entorno y tiene zonas de meseta con pinar similares a los Bosques de Alcorón. Ya en los preparativos empezamos a preocuparnos. Vamos tres personas a la sima: Mavil, Marisa y yo. Sin embargo por mucho que lo intentamos salen cuatro sacas y no tres. Además una de las sacas es especial. Contiene un mazo de 150 metros de cuerda de 10 mm mas un grupo de mosquetones. Se necesitan las siguientes cuerdas: 15+25+50+50+50+50+80. Pero tres de 50 se convierten en una única de 150. Bueno, de cualquier forma aceptamos el reto y nos encaminamos a la cercana boca. Hay un pino muy hermoso y la sima sopla como un demonio. Aunque yo había estado hace un año y medio en esta cavidad no recordaba las estrecheces que se suceden antes del Pozo del Colmillo. Una de ellas recuerda al paso clave de la Toño. De cualquier forma, para las personas, bajar no es problema pero las sacas ofrecen alguna resistencia y nos vemos obligados a invitarlas a bajar subiéndonos encima de ellas para animarlas. Bueno desde que el mazo de 150 va saliendo todo se ve de otro color. Pozos ramposos, redondeados, con abundantes puentes de roca y muy blancos como en la Cueva del Pozo. Y así llegamos, siempre acompañados por el fuerte chorro de aire que asciende, al pozo de acceso a la Sala del Terremoto donde se nos acaba el mazo y sale la cuerda de 50. Más que una sala se trata del ensanche de una enorme diaclasa llena de bloques -algunos gigantes- y en pendiente. Sobre esos mismos bloques se ha formado una colada cuya prolongación por una estrechez inicia un pozo de unos setenta y pico metros -aquí sale la cuerda de 80- que al expandirse como diaclasa forma la Sala de la Vena. Abajo hay un charquito, algunos motoncitos de huesos de algún mamífero desconocido e incluso -en un resalte colgado- el esqueleto completo de un gato montés o de un pequeño lince. Imposible saber como han llegado hasta allí todos esos bichos. Interesante que la corriente de aire ya no es puntual sino que está diversificada débilmente por varias zonas... misterios. El panel que tenemos delante ahora tiene una acumulación de corales extraordinaria por su tamaño, su textura y su dureza. Placidamente iniciamos la subida con calor. En la Sala del Terremoto organizamos la logística de retirada. Marisa sube la primera con una saca que contiene la cuerda de 80 y alguna morralla más. Luego va Mavil y el último yo. Desgraciadamente he asumido el papel de desinstalar e ir ensacando el mazo de 150. Al principio la saca apenas pesa pero, según voy subiendo, la realidad se impone y la saca se va convirtiendo en un Cerdo en pleno Engorde. Cuando llego a La Tripa (galería bautizada así por Salmerón) por fin acabo de ensacar la cuerda y veinte mosquetones: el Cerdo llega a su plenitud. En el Pozo del Colmillo decidimos ascender las sacas por elevador. Luego hay que moverlas por el pasamanos de acceso y por una corta gatera que nos pone bajo la estrechez. A fuerza de blasfemias y tras una batalla campal conseguimos ascender por la estrechez nosotros, las sacas y el Cerdo. Y llegamos al último resalte. Es raro este resalte. Para las personas ofrece pocas dificultades, pero para las sacas es una pesadilla. Resoplando y jurando en arameo conseguimos teletransportar tres sacas y finalmente le toca al Cerdo. Pero el Cerdo se atora y a pesar de tirar entre los dos como condenados no sube. Lo intentamos de tres maneras. Pero se niega. Lo odiamos a muerte. Entonces decidimos destripar al Cerdo. Tomo el cabo de la cuerda de 150 lo subo y me voy con el hasta la entrada de la sima que esta a unos veinticinco metros. Allí me espera la noche, la lluvia, el frío, la niebla y el vendaval que sale por la sima y que me llena de tierrecilla los ojos. En este acogedor ambiente voy cobrando los 150 metros de cuerda a base de tirones que me dejan baldaos los brazos y los riñones (...pero bueno esto lo hacemos por placer, no te quejes...). Cuando tengo toda la cuerda la voy enrollando y ordenando convirtiéndola en un mazo manejable para, finalmente y tras todo esto, irnos envueltos en la lluvia al coche con cuidado de no perdernos. Viva la espeleo. Sima de Benís maravillosa.

Medianoche es la verdadera Luz!!

Por Antonio González El primer día, gris y lloviznoso, quedamos en el arranque de la carretera de Mula a Pliego. Vamos a la Sima de la Higuera. Los coches se dejan junto al cementerio de Pliego. En mi coche: Marisa, Mavil y Perico. En el coche de César: Moisés y Luis. El acercamiento hacia la sima es corto, suave, primero entre melocotoneros y después entre pinos. Mavil ha llamado con antelación a Pedro, del grupo de Pliego, y el candado de la verja de la Sima está abierto. Instalo yo. El pozo es cómodo; hay parabolts y siempre está instalado con chapas de acero inoxidable; las raíces de la higuera me acompañan al menos treinta metros hacia abajo (son de un tamaño tal que permitirían ascender utilizándolas de único agarre). De pronto no hay chapas en la instalación. Nos parece extraño. Como no hemos traído chapas decidimos salir de la sima, buscar a Pedro en su casa de Pliego y pedirle sus chapas. En caso de que no tenga éxito esta gestión iremos a coger material a casa de Mavil, en Molina. Pedro no esta en su casa pero lo localizamos por el móvil. Le extraña que no esté la instalación completa pues siempre es así y lo comprobó hace una semana. Sin embargo han estado haciendo unas prácticas de rescate hace unos días y han equipado con más parabolts la sima y al recoger se han llevado lo que pusieron y algo de lo que estaba puesto permanentemente. Bien, Pedro nos deja unas cuantas chapas y con una reinstalación de lo que ya está puesto consigo bajar hasta que surge otro problema: faltan diez metros de cuerda para llegar abajo Con una única cuerda de 85 no es suficiente. Bueno esta vez le toca a Perico -que va el último-, salir de la sima en solitario, ir al coche, coger una cuerda, volver a subir hasta la boca y bajar hasta donde estamos. Así pues conseguimos aterrizar en la base de los pozos a las dos y media. Comemos. Y nos ponemos a ver, para algunos es la octava vez, las maravillas de esta cueva: paso Gema, Sala de la Bañera (lago transparente), Sala del Paraíso, Cuatro Caminos, Pastelería, Sala Pedro...muchas fotos y mucha admiración. A las ocho y media estamos saliendo, el tiempo sigue lloviznoso, Pedro nos está esperando e intercambiamos historias de vida, información varia, proyectos e invitaciones. Ya es de noche y cada mochuelo vuelve a su olivo. El olivo de Cesar, Elena, Moisés, Ester y Luis era el Refugio de Espeleólogos de Cieza pero debido a la suciedad e incomodidades se cambiaron a otro olivo: casa rural en el campo de Cieza. El segundo día, gris y lluvioso, pensamos ir de excursión por la costa pero debido al mal tiempo hacemos un circuito turístico muy completo: El Portús, Cabo Tiñoso, Cueva del Agua de Isla Plana, Aledo (pueblo medieval), Murcia (Trapería, Casino, Catedral, Belluga, Glorieta, Puente Viejo, Floridablanca, Puente Nuevo, Procesión del Silencio; malestar) y Tasca del Palomo. El tercer día, gris y lluvioso, Cesar, Moisés, Luis y yo decidimos ir a la Sima Destapada. La noche anterior no estaba claro todavía donde íbamos a ir -cuestión de dolores, cansancio y lejanías- pero he preparado minuciosamente la logística: cuerdas, sacas, líquidos y acopios. Llueve durante el viaje. Hace frío. Mientras comenzamos los preparativos amaina. Así pues, podemos entrar por la reducida boca de la Destapada cómodamente. Instalo los estrechos pozos de entrada hasta el primer nivel. Allí nos reorganizamos y proseguimos hasta el pozo de acceso al Callejón de las Flores y la Sala Cartagena. Lo instalo y hacemos una visita a esta bella zona. De vuelta retomamos la ruta hacia la cabecera del Pozo Coke. Allí almorzamos. Cesar instala el pozo seguido de cerca por mí que le voy dando alguna indicación. Pasadas las gateras entre el Coke y el Salva vuelvo a retomar la instalación. Consumo la cuerda de 50 que nos ha prestado Mavil y le pido a Moisés la cuerda de 80 para seguir. Hay cierta tensión. Debido a ello Moisés continúa instalando con tan mala suerte que durante un largo rato busca y no encuentra un fraccionamiento esencial para la instalación; hasta que habiendo decidido abandonar y habiéndole recomendado que vaya mirando bien en su ascenso por fin encuentra el químico de acero inoxidable. Así pues sigue bajando y dejo pasar a Luis y a Cesar pues yo estoy en una buena repisa. Sin embargo cuando llego al siguiente fraccionamiento Cesar, que está diez metros más abajo me dice que la cuerda tiene un roce horrible y que el no baja. Al lado hay un fraccionamiento pero ya no se puede utilizar porque la cuerda va justa. Decido subirme también. Compruebo que si estas en reposo dejas de sudar a pesar del calor y de la humedad. Es menos fiero el león de lo que lo pintan. En la repisa entre el Coke y el Salva esperamos a Moisés y a Luis quien a la postre es el único que ha bajado al lago de la Destapada. Seguimos todos para arriba, con calma en general. Salgo desinstalando los últimos pozos y me maravillo de la belleza de la Bahía de Mazarrón al anochecer con todas las lucecitas, las nubes azuladas y nítidas y el ambiente fresco y verde que ha dejado el día. Cada mochuelo vuelve a su olivo. Medianoche es la verdadera Luz.

Alone

Por Antonio González Las cuevas están oscuras y a veces dan miedo si estas solo. Sabes que pueden ser un buen lugar para refugiarse pero también para desaparecer y perderte o para encontrar todos tus fantasmas. Sin embargo el grado de excitación que produce la espeleo en soledad es intenso y a veces como experiencia o como último recurso, si nadie está dispuesto a hacer espeleo, puede dar buenos resultados. He practicado la espeleo en soledad, por supuesto dando aviso de entrada y aviso de salida, entre otras en las cuevas de Matienzo (Hoyuca, Hoyo de la Reñada, Sistema de la Vega), también múltiples veces en Riocueva, en algunas cuevas de Murcia como el Solins o el Gigante y en algunas del Asón-Mortillano como La Rubicera o la Cueva del Nacimiento del Asón, o cuevecillas sin nombre. De todas estas experiencias la más intensa, sin lugar a dudas, fue la travesía Coterón-Reñada sin haberla hecho antes. Por un lado el grado de concentración y por otro la sensación de inquietud y de duda ante el compromiso de recorrer los pozos descendentes sin retorno y solo (aunque tengas la topo y todo parezca estar claro) se convierten en tus compañeros de espeleo. Sobre todo sentía cada pensamiento con gran nitidez y cada detalle de lo que me rodeaba con precisión. Lo calculabas todo al menos tres veces antes de hacerlo. Durante ese recorrido comprobaba continuamente mi posición en la topo; sin embargo hubo un rato entre Castle Hall y el Duck en que me moví por intuición y por pequeñas señales que me "indicaban" el camino principal, pero no identificaba mi posición. Sentí bastante estrés en esos momentos y solo me tranquilicé cuando llegué al Duck y lo pasé. De cualquier forma fue una experiencia positiva. Este sábado he vuelto a la Hoyuca, una de mis cuevas predilectas. Como no había espeleólogos disponibles pensé en fabricar uno virtual pero no funcionó. Así pues retorné a mis practicas de espeleo en soledad. Me dedique en exclusiva a reconocer exhaustivamente la red de entrada. Me metí por todos los agujeros por los que cupe. En uno de ellos tuve que recular sin problemas. La red te conduce a los mismos sitios una y otra vez por diferentes conductos de manera que hacerse una idea global del laberinto es difícil. Que yo recuerde debo haber estado unas cinco veces en la red de entrada de la Hoyuca y siempre descubro algo nuevo. Además debido a la variedad de los pasos, gateras, trepadas, destrepes and so on constituye un entrenamiento muy completo para no quedarse paralítico. Tres horas sin parar de red de entrada de la Hoyuca equivalen a una jornada de espeleo de unas cinco o seis horas en una cueva estándar (por cierto ¿¿¿qué significa estándar en materia de cuevas???) (Respuesta personal a la pregunta: una cueva en la que la mayor parte del tiempo, digamos un 80%, te desplazas más o menos erguido; quizás esquivando algún obstáculo para no romperte la crisma). Así pues anduve arrastrado por la Hoyuca. En esta cueva nunca olvido el accidente del Astradome en que murió un inglés del Grupo de Manchester por una caída al vacío de noventa metros. Luego sacaron el cadáver desde el remoto Astradome hasta Riaño vía las gateras sucias. Pero todavía es perfectamente discernible en algunos sitios la señales del arrastre de la camilla y te hacen pensar en el fantasma de ese pobre inglés al que la muerte sorprendió tan joven. Estos pensamientos te llevan a sentir cierto respeto por la oscuridad y el ambiente de la Cueva de la Hoyuca.

Historia del SCC

FUNDACIÓN El Speleo Club Cántabro se funda el 5 de Agosto de 1.975,en la ciudad de Santander, por un grupo de jóvenes de edades comprendidas entre los 14 a los 17 años. La mayoría de estos ya habían realizado algunas incursiones a cavidades, ya sea en organizaciones ,como los Scouts de los P.P.Escolapios, o a nivel particular. Si esta actividad que conocemos por espeleología, es poco conocida, por entonces distaba menos de catalogarse como oscura y hasta subversiva. En aquella ocasión se congregaron 16 personas con ánimo de hacer algo nuevo, por muy raro que les pareciese (algunos se dejaban llevar por el entusiasmo de sus amigos, sin saber muy bien que hacían allí),pero aquellas reuniones tenían su encanto y misterio. Tras constituirse ( de palabra) el S.C.C. se mantuvieron los primeros contactos con el organismo, que de alguna manera sustentaba la Federación de esta actividad que era el Comité Noroeste de Espeleología con sede en Oviedo, y que agrupaba a las provincias de Asturias, León y Santander. Paralelamente a las acciones burocráticas, comenzaron las actividades espeleológicas propiamente dichas; lo principal era equipar de alguna manera a toda esa gente, porqué iban a penetrar en las cavidades, hay que añadir que todo el material necesario para ello tenía que ser de fabricación casi artesanal (los mas parecido era el de los mineros),en los que no faltaban los inventos curiosos y a veces..... hasta peligrosos; Cascos, arneses, mosquetones, lámparas de acetileno, piedra de carburo, gomas etc... pasaron a ser palabras de nuestro vocabulario normal. Con todo ello y una semana después vino la primera visita a una cueva, se escogió la conocida como LA HONDA, en la localidad de Hoz de Marrón, que por entonces ya tenía un desarrollo conocido de 500 mts. y un río que discurría por una diaclasa sin explorar que prometía mucho mas, despues de varias entradas prolongamos su desarrollo hasta los 2.500 mts. Le siguió una cavidad inédita EL REGATO en Solórzano, en la que se realizó la primera topografía por el S.C.C. obteniendo una topo de 1.435 mts. Esta cavidad ya nos produjo las primeras bajas en el club, de aquellos 16 jóvenes, tres pusieron fin a su actividad espeleológica, no entendían que placer puede producir el frío, barro y la oscuridad reinante, hoy en día algunos tampoco podrían explicarlo y siguen en activo. Ya, en aquella época en Santander existía un grupo de espeleología dependiente de la Diputación Regional, conocido como S.E.S.S.,con el que tomamos contacto, lo presidía José León; la primera vez que fuimos hasta sus locales, nos impresionó la cantidad de "material" de que disponía aquella gente, y que se usaba en las exploraciones de cavidades (botes, pértigas, escalas, cuerdas, teléfonos etc...) En Octubre de ese año 1.975,nos trasladamos a Oviedo un grupo de seis miembros del S.C.C.,con idea de conocer, a otros grupos y claro sobre todo aprender lo que pudiésemos. Participamos en un simulacro de rescate, que se había organizado, como parte de las actividades del Comité, a pesar de nuestra inexperiencia dimos la talla, con la anécdota que siendo unas practicas, tuvimos un accidente de un compañero de León que participaba en las mismas. Las cosas empezaban a tomar forma y teníamos que buscar una sede para reunirnos y trazar nuestras exploraciones. Solicitamos un local en colegios privados, organismos oficiales y en la organización de la O.J.E. sin resultados, como siempre promesas, hasta que por motivos que no vienen al caso nos cedieron un local y nos dieron una subvención en lo que se llamaba la Guardia de Franco, en la calle Bonifaz de nuestra ciudad. Allí permanecimos durante un año, en el que el grupo se consolidó. Dado que teníamos que elegir una zona para empezar nuestras exploraciones, se optó por el Ayto de Rionansa, en ella se exploraron y catalogaron mas de 64 cavidades, destacando la S.Rozacarin, Torca El Champlum, y sobre todo El Soplao. En cuanto a descubrimientos con arte prehistórico, las cavidades de Micolón y El Porquerizo, ambas en el embalse de Palombera. En1976 queda reconocido oficialmente por la F.E.M. y el C.R.N.E. el club SPELEO CLUB CANTABRO, con Juan Colina como su Presidente. Una de las exploraciones que supuso un reto en los primeros tiempos del S.C.C., fue el descenso a la Torca del Champlum. Esta cavidad se halla dentro del pueblo de Celis, teniendo unas dimensiones muy considerables en su boca, con unos cincuenta metros de diámetro y circulando por la zona el rumor de que no tenía fondo; por cierto el nombre del Champlum viene del ruido que hacían los animales, al ser precipitados al fondo de la misma después de muertos. El S.C.C. en su afán de explorarla, acometió su descenso en Agosto de 1.976 con mas miedo que ganas, este sería el primer descenso de envergadura en la historia del club. Participaron nueve miembros y de estos, dos alcanzaron el fondo a -90 mts, usando escalas inclusive en la bajada, pues no teníamos cuerdas de esa longitud y hubo que anudarlas para alcanzar esa profundidad, la exploración tuvo éxito y al día siguiente el pueblo se reunió en el bar para saber de la hazaña de esos "críos." Pasaron los años y a principios de 1.978 nos solicitaron del Comité Regional Noroeste de Espeleología (C.R.N.E.), la organización en la Provincia de Santander de un campamento de ámbito regional. Nosotros aceptamos el reto y elegimos lógicamente la zona que mas conocíamos, el Ayto de Rionansa. Por entonces el S.C.C. estaba ligado a la S. D. Picos de Europa y juntos organizamos el campamento, que duró del 23 al 28 de Marzo, en el que participaron espeleólogos de las provincias de Santander, Asturias y León, siendo mas de setenta los asistentes. A principios de la década de los ochenta el S.C.C. ya estaba totalmente afianzado, impartíamos todos los años un curso de iniciación a la espeleología, organizábamos exposiciones, se asistía a congresos etc....,ya por entonces el club aglutinaba a mas de treinta socios; fueron unos años donde se realizaron las visitas a los grandes sistemas de entonces Cueto-Coventosa, Mortero de Astrana, Garma Ciega, Carlista etc... En el año 84 el S.C.C. decide alternar en sus exploraciones las zonas de Rionansa y Valdáliga, con otra en Soba (Hornijo Norte).Esta era un a zona predominantemente de simas y un terreno muy abrupto, plagado de lapiaces con aristas muy pronunciadas donde más que andar, se podría decir que se saltaba. La suerte no nos acompañó y por más que "pateamos",tan solo localizamos una sima que superase los cien metros de profundidad (PI-12),por lo que después de tres campamentos se abandonó ,con una veintena de cavidades exploradas y topografiadas. Por entonces se produjo una gran renovación de los integrantes del club; algunos de los "fundadores" abandonaron la espeleología, ya sea porque habían perdido la afición o por motivos de trabajo. Los nuevos integrantes casi siempre provenían de los cursos que impartíamos trajeron en muchos casos esas ganas que en algunos empezaba a flaquear. El gran" Problema ", siempre fue disponer de una sede social, durante el año 1.985 pudimos por primera vez alquilar un piso,¡sí!un piso entero con habitaciones, baño etc...! Esto nos produjo un gran aliciente en el seno del club, aunque solo nos duró un año y medio. En 1.987,pudimos con muchos esfuerzos, editar la monografía de El Soplao "Una cueva Única",nos habíamos pasado meses, realizando los planos, recopilando toda la información que disponíamos de la cavidad, que habíamos comenzado a explorar en 1.975. Era la primera vez que un grupo de espeleología, editaba una monografía, de estas características en Cantabria, y por sus propios medios. En 1.989,llegamos a unos acuerdos con la Universidad de Cantabria, nosotros fomentaríamos la espeleología (impartiendo cursos de iniciación) y colaboraríamos con el departamento de Historia de la misma, a cambio de una dotación presupuestaria, pero sobre todo dispondríamos de una sede donde reunirnos y guardar el material de espeleo que ya era de considerar. Este sede fue en el Colegio Mayor Juan de la Cosa de Santander, y posteriormente pasamos a depender del Pabellón de Deportes de la Universidad adoptanto el nombre de Speleo Club Cántabro Universitario; podemos decir que comenzó una nueva época del S.C.C. Hacia el año 1994 empezamos a explorar en una zona mas cercana a la capital, esta era Alfoz de Lloredo, donde encontramos la segunda gran cavidad (en cuanto a desarrollo) que cuenta en la historia del club, el sistema de la "Cueva del Agua". Los cursos de iniciación a la espeleología que se imparten tomaron gran protagonismo en la región, llegando a durar casi dos meses entre las teóricas y practicas realizadas. Se contaba con la colaboración de los profesores de la Universidad (geología,prehistoria,topografía) lo que le daba un valor añadido, viendonos forzados a limitar el número de plazas. En el año 2000 celebramos nuestro 25 Aniversario, lo hicimos en la zona que nos había visto crecer Rionansa en el pueblo de Riclones, acompañados de grupos de la Región, España y Francia, que compartieron con nosotros un fin de semana, en el que se organizaron todo tipo de actividades de ocio. Ya en el siglo XXI nuestra actividad sigue pareja a la Universidad de Cantabria, en la que seguimos promocionando la espeleología, principalmente con los cursos anuales, que impartimos con la colaboración de nuestros compañeros del grupo de espeleología G.E.S.del Club Alpino Tajahierro.

El empeño!!

por Antonio Gonzalez El sueño de todo espeleólogo es encontrar una cueva que dé satisfacciones al explorar; es decir buenas galerías y a ser posible cómodas, mucho terreno que explorar, formaciones, pozos molones & similares. Hace relativamente poco en una visita turística a la Sima del Carrio (que realicé intrigado por el hecho de que sus galerías estan entre 300 y 400 metros por encima de Hoyo Salcedillo) descubrí que las galerías de la sima conducen corrientes de viento y algunas de ellas muy fuertes. Fue así como se inicio mi interés por esta sima. Durante varias salidas reequipamos sus pozos y reconocimos de forma general la cueva, lo que nos reafirmó en nuestras primeras impresiones. Y hace unos meses realizamos nuestra primera salida de exploración que nos llevo hasta la Sala del Hueso en donde, trás un reconocimiento detallado, encontramos un paso estrecho soplador (Paso Luis XIV) que requirió una corta desobstrucción. Tras ello pudimos recorrer una galería -bautizada como Galería del Tigre, el Gato y el Ratón (TGR)- que, en aquel momento, estimamos como de un km. más o menos y que nos condujo hasta la Sala de la Esperanza en la que confluyen un torrente caudaloso, una chimenea gigantesca y la Galería TGR. Este último sábado 1 de Mayo, y trás muchas tentativas frustradas por el tiempo u otras adversidades, hemos vuelto al Carrio. La cosa esta dudosa hasta el sábado por la mañana debido al tiempo, como siempre. Y es que la Sima del Carrio esta a 1400 metros de altitud en la la vertiente Noroeste del macizo del Porracolina, lo que significa que la mayoría de los frentes golpean duro allí; además la boca esta desprotegida por completo. Así pues Moises, Luis y César quedan conmigo en Solares a las 8 de la mañana y poco después, todos juntos en el coche de César, ya estamos en Vadició. El tiempo está muy frío, pero parece estable y se observa que las nevadas de los dias anteriores no tienen continuidad en el terreno. El ascenso, de 800 metros, lo hacemos a paso de guerrilleros en una hora y cuarto llegando a la boca sudaos y hartos. La primera sorpresa nos espera alli mismo: un embudo de nieve tapiza las pendientes de la dolina y oculta la cabecera de la instalación. Rapidamente instalamos desde la ladera de enfrente, en un afloramiento de roca compacta y buena, un par de parabolts. Tenemos suerte de que la cuerda que traemos sea de 80 metros, pues algo mas corta no habría dado desde la nueva cabecera. La bajada esta salpicada de goteras abundantes y de chaparrones de nieve. Debido al formidable tapón de nieve la remontada entre el pozo de entrada y el de 35 metros se ha reducido a algo más de 2 metros y la cuerda que tenemos en el pozo de entrada esta tan pisada por el peso de la nieve que es imposible utilizarla. En este ambiente de nevera las ideas se nos refrescan rapidamente y el cuerpo también, asi que en cuanto el último toca tierra en la red de galerías horizontales salimos a toda marcha. Seguimos el itinerario más cómodo hacia la Sala del Hueso: Río de la Sima-conexión-Río de los Pigmeos-conexión-Río de los Puentes hasta el enlace con el Río de la Servidumbre. Paramos a organizar la logística: mientras César y Luis van a ir a topografiar la galería TGR Moises y yo iremos al punto más bajo de la sima (-185), provistos de cuerdas y material para equipar por si hubiera resaltes, y exploraremos las posibilidades de continuación en este punto. Por si las moscas quedamos a las 6 en donde nos separamos. Pronto Moises y yo descubrimos que los pozos son ocupan laterales de la galería principal y que desde -160 se va bajando por resaltes y bloques hasta -185 sin necesidad de cuerdas; allí se observa un gran desprendimiento de bloques con abundante corriente (saliente el sábado) que obstruye la galería; a nivel del techo de la galería la desobstrucción parece posible. Por el lateral derecho de la galería Moises explora una diaclasa con chimenea ascendente que, según el, tiene muchas posibilidades. De vuelta ya, abandonamos todo el peso superfluo en el punto de encuentro y vamos a reunirnos con César y Luis a los que alcanzamos cerca de las chimeneas de la Galería TGR. Nos quedamos César, Luis y yo para agilizar el resto de la topo y Moisés prosigue para explorar las continuaciones de la Sala de la Esperanza. La topografía avanza a buen ritmo con tiradas de hasta 20 metros. Al cabo de bastante tiempo (el tiempo pasa volando mientras trabajamos) Moisés vuelve mojado y casi eufórico y nos cuenta de las galerías y el río que ha descubierto más allá de la Sala de la Esperanza. Nos ponemos todos a hablar con excitación y es difícil meter en cintura al grupo y terminar el trabajo de topo. Moises regresa a algún lugar resguardado para descansar y calentarse mientras nosotros acabamos el corto tramo que resta hasta la Sala de la Esperanza. En total salen 960 metros de topo sin contar ninguna de las galerías laterales. Y comenzamos la vuelta que se convierte poco a poco en un duro empeño por no reventar los músculos lumbares. Encontramos a Moises en un rincón de la segunda chimenea hecho un pajarito; para no helarse se ha metido el carburero encendido bajo la camiseta haciendo una especie de tienda de campaña. La TGR se hace muy larga y empezamos a pensar que mejor hubiera sido no "empeñarse" tanto en explorar. Al erguirnos de nuevo, ya cerca de la Sala del Hueso, hemos olvidado la posición erecta. La reventada se va notando y de vez en cuando paramos a resoplar para seguir resoplando. Moises quiere salir el primero para no helarse y bajar al coche sin pausa para no quedarse en el exterior como un témpano. El orden de salida será: Moises, Luis, César y el último yo como siempre. Me cuesta deshacer los nudos de la cuerda y las mojaduras del pozo de 35 me han dejado empapado. Además, para amenizar, caen chaparrones de nieve granulada. El penultimo fraccionamiento requiere algunas virguerias y equilibrios pero no pasa nada y además no hace viento, ni nieva, ni llueve, hay un poco de luz y la niebla no es densa. A contrareloj recogemos todo nos abrigamos y ayudados por las linternas y la Luna descendemos. Durante el descenso el cielo se muestra con todo su explendor hacia el Norte tachonado de estrellas y del planeta Venus que parece al alcance de la mano. A las 11 y pico hemos alcanzado el refugio del coche. El termómetro marca 2º y los perros de la casa de Oscar ladran con ahínco excitados por el jaleo que montamos y por mi vacilón gu-gu-gu. Quedamos en que volveremos al Carrio pero no mañana.

La moral del alcoyano

por Antonio Gonzalez El sábado pasado fui con algunos miembros del AER -Ángel, Pedro Merino, Wichi, Cristóbal, Jesús Olarra- y con Alfredo al Mortero del Crucero. A las nueve y media empezamos a llegar al local en Ramales. Los preparativos fueron largos y enredados, de forma que algunos -entre otros Pedro Merino y Olarra- pudieron leerse El País del sábado que me había comprado por la película que regalan. También pude ir a comprar más comida, preparar las cosas con parsimonia e incluso ayudar con los preparativos generales y específicos de la expedición. Cuando ya empezaba a inquietarme se produjo la salida. Subimos en tres coches -el de Ángel, el de Cristóbal y el de Alfredo- hasta el aparcamiento cerca del Mazo. Allí echamos su media horita en seguir preparándonos y entre otras cosas tuve que arreglar la boquilla del carburero. A estas alturas todos habíamos tomado conciencia de que se trataba de una salida de relax y además el índice de chorradas, bobadas y chistes que brotaban por todas partes se había incrementado peligrosamente. Así pues cuando llegamos a la boca del Crucero del Polaco la mayoría tenía hambre y los que no la tenían les entró de ver a los otros. Todo el mundo se puso a comer y cada uno aporto, en la medida de su ingenio y en función de su estado de ánimo, lo que pudo a la comedia general. Algunos se superaron a sí mismos en su capacidad de hacer rugir de risa al público. El grupo se dividió en dos, Cristóbal, Wichi y Olarra se lanzaron con gran velocidad hacia la punta del Río del Crucero para seguir la costosa desobstrucción, iniciada en el verano. mientras que los cuatro restantes con sendos flashes y dirigidos por Pedro Merino nos dispusimos a hacer fotos. En la primera encrucijada el grupo puntero se confundió de itinerario y se fusiono con el de fotógrafos hasta llegar al Mortero del Crucero donde Pedro Merino recibió un cursillo de cinco minutos sobre fotografía subterránea de boca de Wichi. Así pues fuimos haciendo fotos por la zona del Río del Crucero hasta que llegamos a un punto donde Pedro Merino había observado posibles zonas sin explorar por encima del nivel del río. Nos pasamos casi una hora hurgando por arriba y entre otras cosas atravesamos una estrechez con un laminador que nos llevo a un balcón encima de la galería principal. En general se trataba del curso del río fosilizado y abandonado, y de algunas chimeneas que parecían provenir de simas por la presencia de mosquitos y de excrementos de vertebrados. De vuelta al río descubrí que llevaba, olvidado en mi saca, uno de los artilugios necesarios para la desobstrucción. Decidimos que mientras los demás se quedaban haciendo fotos yo avanzase hasta la punta de desobstrucción para unirme con Wichi y sus ayudantes. Sin dificultades, y rápidamente, me encontré en la estrechez de la colada que suele estar húmeda. Sin embargo el sábado no estaba húmeda, sino que era una ducha de diseño. Después de jurar en arameo y de encogerme no me quedo más remedio que aceptar el fresco remojón y la empapada. Pero como la zona de trabajo es fósil me consolé con la idea de secarme a base de remover piedras y de arrastrarme por la gatera. Y así llegué a la zona de trabajos forzosos en donde comprobé que el hilo que traía no era necesario pues ya había allí uno en depósito desde el verano. En la zona de desobstrucción Wichi y su taladradora de gasolina perforaba agujeros y con MicrocargaS iba rompiendo la roca. Como hacía frío se agradecía el trabajar un ratito sacando escombros de la gatera. Al cabo de un rato, y quizás debido al frío, al aburrimiento y a las incomodidades, los ayudantes -léase yo , Cristóbal y Olarra- empezaron a tirarse pullitas y a medio enfadarse. Era gracioso asistir al esmerado proceso con que Cristóbal empezaba a calentar el agua para el café en su moderno infiernillo y como Olarra en su despiste general atraviesa sobre el recipiente con agua dejando caer tierrecilla y arenilla lo que produce grandes voces y aspavientos de Cristóbal para luego asistir a una escalada de acusaciones mutuas, en las cuales soy incluido, quedando todo en un vacile a trío a pesar del desaguisado. La sala sirve de WC de vez en cuando y al cabo de un rato aparecen los fotógrafos. Para resaltar la naturaleza vacilona-juguetona de Olarra os contaré que se esconde con ánimo de que engañemos a los recién llegados diciendo que se ha salido por que se empezaba a encontrar mal del riñón y que les preguntemos si se lo han cruzado. Como pasa el tiempo y nadie muestra una alarma extrema vuelve a reaparecer. Los nuevos llegan empapados y como hay una manta térmica empieza a funcionar a turnos. El tiempo pasa y la desobstrucción prosigue gracias a la moral incombustible de algunos. A las ocho de la tarde algunos empezamos a mostrar nuestro interés por salir, pero el núcleo duro tiene la moral del Alcoyano y no se da por aludido. Una hora después algunos empezamos a alarmarnos pues los duros no muestran ninguna señal de querer irse: siguen desobstruyendo. Entonces empieza una cantinela y una vacilación general que se resuelve gracias a que Ángel nos presta el coche a Olarra y a mi que saldremos con Alfredo mientras que el resto del grupo se queda desobstruyendo. Y así es: en una hora estamos fuera y en algo más de media hora en los coches. Por el camino nos encontramos a Alfredo (MTDE) que nos cuenta batallas de las simas del Caúcaso. A las doce y media en casa. Pedro me cuenta que se han avanzado tres metros. Dentro de unos años acabaremos la desobstrucción